lunes, 12 de julio de 2010

Hogar

Estar fuera por primera vez, sin tu familia y amigos, es un infierno, se echa mucho de menos todo, y más si es en un país extranjero.

Se echa de menos la comida, las costumbres, en mi caso, que soy de España, la alegría, el sol, y eso que no me gusta el sol, pero me da igual, yo lo echo todo en falta, y más aquí, que hace un frío horrible y la gente es muy trsite, hablo de Irlanda.

De todos modos, hay algo que me trae mi hogar, y es mi selección. Sí, seré antipariotica, y todo lo que tu quieras, pero con el futbol se me va la olla.

España jugó el miercoles contra Alemania. Pasé toda la mañana con la cabeza en el partido, pensando en que sentría si perdieramos, en que todas nuestras ilusiones se desvanecerian como una voluta de humo en el aire.

Despues de mi pequeño quebradero de cabeza, ganamos, un golazo de Puyol y directos a la final, contra Holanda.

Expectantes, olvidamos el partido hasta que esta mañana, todos hemos visto 11 de Julio y el día marcado en nuestra mente ha dicho: Final del Mundial.

Toda la mañana y la tarde suspirando por el momento del encuentro, suspirando por ver al fin ese balón en juego. Por ver a los jugadores luchar por su escudo, por su nación y por su espíritu.

Todo un país apoyando a una selección, pasandolo mal frente al televisor, nerviosos, gritando, acordandonos de toda la familia del árbitro, que no daba una y se esmeraba por fastidiar a España. Hemos aguantado 90 minutos de desespero, gimiendo por un gol, deseando no llegar a una prórroga.

Finalmente ha habido prórroga. 30 minutos interminables, llenos de nervios, de lágrimas. Ocasiones muy cercanas, muy dificiles, toda la desesperación de una nación unida. 30 minutos de infierno y de pronto, una luz de esperanza al final del camino, en el minuto 25 de la prórroga, Andres Iniesta marca el gol de la victoria.

Tarjeta amrilla a Inista por quitarse la camiseta en la celebración del gol, una tarjeta amarilla que él mismo y el resto del país ha aceptado con orgullo.

Finalmente el partido ha terminado, lleno de suspiros de alivio por no haber necesitado penaltis y gritos de alegría y emoción por nuestra gran vistoria, una victoria que hará mella en la historia del fútbol español.

Por fin la nación de España se levanta entera con los brazos unidos, gritando al cielo que no hace falta un dios para ser feliz, que basta con perseguir un sueño, luchar por ello y sentir que la victoria es tuya, compartirla con el mundo y con la gente que amas, porque este sueño, pocos podrán disfrutarlo, y muchos que deberían haberlo hecho, perdieron el camino ya hace muchas leguas. Así que celebrad por aquellos que no pueden.

1 comentario:

pau dijo...

va va mucho aniiimooo y no te olvides de hablar español! xD
ya te keda menos, y lo k te kede, disfrutalo!!! ^^